jueves, 27 de febrero de 2025

Crónica Para Vivir - Lírico Ardiente

 




Crónica para vivir


Esta crónica arranca cuando a mí me arrancan de mi lugar, cuando mis primos me abusan.

[¿Me violan?

                        ¿Cuándo hay penetración me violan, no?

                                                                                                   Bueno, me violan]

Muere mi inocencia

paso mi vida

atravesado por una máscara:

                                                                                                     de masculinidad incómoda.

Ahí arranca mi crónica.

Unos 20 años después.

Mentira, arranca antes.

Me despierto de un sueño, lo veo clarito, realice 3 años de terapia y un día me levanto pensando en ese momento. Nos vamos al terreno abandonado a una cuadra de la casa de mi abuela en La Silleta, con árboles de Sereno. Que ironía, todos serenos a nuestro alrededor. Inventan un “juego”, en donde si yo quiero ser el jefe del grupo tengo que hacer algo con ellos. No me dicen que, o no recuerdo, de repente sucede y me empiezan a penetrar. No recuerdo porque no quiero recordar mi edad, pero claramente no me había desarrollado sexualmente. No deseaba, no espejaba si eso era algo horroroso, vívido, fatídico. Acabaron, se cansaron, no sé. Me quede con los ojos compungidos y mi humanidad a la deriva. Después siguieron, me proclamaban señor feudal, capitán, director, jefe, mandamás. Después tampoco sé, corte el recuerdo.

Esta crónica inicia cuando me separo e intento vivir relaciones abiertas. Cuando busco zarpar la monogamia en un océano de patriarcado, con la piel del abuso y el género de abusador (hombre blanco profesional racional inteligente prepotente), con un mar de instituciones éticas-morales pululando alrededor, que quieren marcar mi agenda, mi género, mi sexo, mis sueños, mi vida.

Esta crónica me encuentra queriendo vomitar poesía, esa poesía que me hace correr como un río y entonces la realidad es algo dable, manipulable, que puedo hacer jugar y volar por los aires. Me encuentra con poemas para agradar, agasajar y los poemas tétricos, oscuros, en donde no cuido al lector y simplemente discurro hasta encontrar una idea/acción/emoción/piel que me devuelva a flote.

Esta crónica. Siempre esta crónica, porque es el lenguaje moderno, que permite hilvanar algo continuo en este caos de simbolismos, maremágnums de significados, muerte, violencia, rabia, depresión que nos rodea, que nos quieren imponer a fuerza de miedo, sesgo y prejuicios.

Este texto se para y dice basta, yo esto no lo quiero más.

Y abre la pregunta filosófica, ¿entonces qué?

Esta crónica rompe en llanto y espanto cuando agrietan mí brújula sensorial, pierdo de vista que “deseo luego existo” y caigo en la trampa moderna del “pienso luego existo”; me encuentro asediado entre una parte de la familia que me abusa, referentes culturales/políticos caretas*, hordas de gente indiferente y millones de ego-amiguismos, quioscos que rebalsan por doquier en las instituciones sociales.

Justo en el medio de todo se empieza a resquebrajar mi razón y es ahí cuando aflora la emoción. Me doy cuenta que no soy puro pensamiento y empiezo a horadar mis sentimientos, mis recuerdos. Y se vuelve siempre claro el abuso, mis primos, los serenos… de haberlo tapado con mil cosas, sucesos, destellos, culpa, negación, clara obstinación.

Esta crónica me encuentra volviendo a la caricia del hogar materno, desencontrándome con mi viejo. Estallando vínculos con varones violentos, armando grupos de varones que quieran desafiar la camisa de fuerza que el patriarcado nos ha tendido y poder ir a otras formas más sensibles, humanas y tiernas de ser hombres.

Click

Una de mis compañeras fuertes, que elijo y me elige para relacionarnos, enroscarnos, latirnos, desentrañarnos, estar, me dice:

.- Algo te pasa con los varones, ¿vos no querés ser varón?

.- No.

Y en realidad no es que no quiera ser varón, no quiero ser esa clase de varón, el hijo sano del patriarcado, que pasa, se regodea sin miedo, se mide la pija, se pasea en cuero*. No quiero, ya te vi, ya estuve allí, todavía sigo despellejándome la piel para dejar de habitarte.

Mi hijo el Andante

Ser varón hace un salto en mi vida cuando, sin querer serlo, me toca ser padre, y es la experiencia más fuerte con respecto a un amor incondicional y desinteresado, convirtiéndose mi hijo en un maestro, enseñándome a amar sin prejuicios, a cuidarlo/me física, y afectivamente, con un “sana sana”*, un cuento antes de dormir, adivinanzas a la hora de comer para surfear las pantallas, a llorar sin problema, a tener sin poseer y a reír con tantas ganas que algunas veces siento que la vida me queda corta.

De repente un día estamos sentados en la mesa familiar: madre, abuela, padre, mi hijo y yo, es él quien toma la palabra. Se dirige a las mujeres de la mesa y les dice: “ustedes pueden escuchar”. Y le habla a mi padre explicando con una pausa y cadencia que nos deja atónitos. Le dice:

                        .- Los machos no existen

                        .- Y si no existen los machos, ¿qué somos?

                        .- ¡Personas!

De la palabra brota vida

Reverbera en versos cuando imagino cuentos, me vuelvo un poco niño, y le tengo que explicar del amor libre a mi hijo, de sus partes íntimas, de nuestras adivinanzas. De la muerte misma, propiciada por este virus-coronita*, de las personas que nos rodean: la gran mayoría tambalean, se aíslan y vuelven, otras simplemente desmejoran, perecen y desaparecen. Al estar cancelados los velorios, dejan en el aire, como dijera Lemebel, una atmósfera a muerte que tiñe y empaña nuestros horizontes.  

Esta crónica se (des)confina cuando las fábricas se quedan quietas, cuando la ciudad enmudece; cuando ve la luz más allá del horror y la lástima derramada por preceptos horribles agitados en corazones púberes que se definieron hijos sanos del patriarcado sometiéndome. Las marcas de la cultura del abuso ¿qué espacio de humanidad nos deja?

Emerge la palabra como arma sanadora, reparadora, que permite nombrar el horror, mencionar y proyectar todo el amor que falto, todos los cuidados familiares que no se dieron, toda la ESI* ausente por esos cuentos de mierda de la cigüeña, o el de la semillita, por el pudor imbécil de no mencionar las cosas por su nombre: pene, vulva, penetración, deseo, consentimiento.

Es la palabra, camina firme, dándome aliento, para adentrarme en mí, para llegar a vos, para decirle nunca más a ellos y para conformar un nuevo nosotros.

Esta crónica me arde en las manos, cumple su misión si es un faro que ilumine la desigualdades y violencias que nos habitan y atraviesan, para todas esas personas que todavía tienen culpa y callan como si fuera responsabilidad de ellas las atrocidades que nos hicieron.
Regreso a la Silleta, vuelvo al terreno sereno, con mi hijo de la mano. Sin saber si yo lo llevo a él o él me lleva a mí, miro uno por uno de mis primos a los ojos y les digo: “su juego termino, el silencio se rajó, su reino bochornoso y decrépito se cae a pedazos”.

Vuelvo a ese varón niño sin edad que me habita, le hago sana sana, me encuentro con él… ahí (aquí) esta, me agradece, escribe está crónica conmigo, reparándose a través de las palabras y, a pesar del dolor recibido, amándose.

AguaArdiente  15.10.2020
Agustín Pérez Marchetta

 

 

Glosario:

Caretas: personas que mantienen una fachada más progresista/benévola de lo que realmente son. El término refiere a las caretas, máscaras, que utilizan las personas para presentarse en sociedad, ocultando el verdadero ser.

En cuero: hombre con el torso desnudo.

ESI: educación sexual integral.

Sana sana: expresión que refiere al momento cuando un niño se cae o lastima, se empieza a cantar “sana sana, colita de rana, si no sana hoy, sanará mañana” acariciando el lugar donde ocurrió el golpe o la contusión para calmar el dolor.

Virus-coronita: covid19



las lecturas amorosas y profundas de Yanina Domínguez y Jacqueline Manoff del poema “Proyecto Hombre” y de “Crónica para Vivir”, esta última con arte de Tapa de Sol Gimeno y edicion de Fernanda Salas, Killa Producciones.

Crónica presentada en el encuentro latinoamericano de cronistas La Tibia Garra Testimonial, Crónicas (des)confinadas 2020, UNSA

miércoles, 26 de febrero de 2025

Proyecto Hombre

 

El proyecto hombre

inicio

cuando me vi

sosteniendo mi pito

apuntando a un mijitorio

en el baño de varones

 

el proyecto hombre

se amoldó

cuando en mi infancia

jugamos a la mamá y el papá

y entendí

o me hicieron entender

que el pene

entra en la vulva

 

el proyecto hambre

siguió cuando en la primaria

"aprendí" a apoyar a mis compañeras

y en la escuela

nos pasaron un video de educación sexual

 

el proyecto hembra

se detuvo en mí

cuando en una fiesta de disfraces,

me disfracé de mujer

porque 4 hermanas

Ema, Jime, Luly y Guadi

se entusiasmaron con la idea

de que asomara

con una cabellera negra

de afiche

una Agustina.

En la fiesta

las risas brillaron

en los niños varones

acto reflejo de los hogares

dos me corrieron por la calle

mi madre

se aterró que saliera gay

mi padre

que me convirtiera en puto

 

el proyecto hombre

¿avanzó o se detuvo?

cuando con otros nenes

jugábamos sexualmente

y no importó

quien era nene o nena

 

el proyecto hombre

se detuvo

cuando mis primos

abusaron de mí

y yo no entendía nada

y después los vi con una culpa

que me dejaron ser rey/amo

el puto rey

y quizá ahí pude ver

antes de escuchar a los redondos

esa fratria violenta

como el esclavo juega al amo

 

el proyecto hombre

me atravesó toda la secundaria

dejándome 2 peleas

una a las piñas

otra a mochilazos

200 intentos fallidos de llorar

y el misterio de la complicidad femenina


el proyecto hombre

se refuerza y tambalea

cada vez que hago un chiste en vivo

y tapo con un manto de algarabía

ese deseo que me corre como un trueno

de poder llorar en público

sin culpa ni vergüenza

 

el proyecto hombre

reactivó

cuando Nació

mi hijo

y me abrazó tanto

que cualquier esfuerzo

para tirarme el mundo

queda chico

si se camina

al lado de un ser de luz

 

el proyecto hombre quedo a la mitad

cuando vi que de la mitad para arriba

es pija vs pija

violencia implícita y explícita

en la práctica

y yo me quedé abajo

en las bases

agazapado

profesando

inventando

creando

en los güetos

que deja el patriarcado

a veces solo

a veces acompañado

en un barco bello

que se llama cultura

literatura

poesía

rap

 

el proyecto hombre

ardió en la hoguera

cuando me corrieron de un lugar ganado legítimo

y me llenaron de caretas

tanto

que me llevo 3 obras de teatro salirme de esos personajes

nefastos que erigieron

en un momento de mi vida que no la estaba pasando bien

que no sabía cómo salir

de ese sueño-pesadilla

que estaba viviendo

 

el proyecto

se deconstruyo

reforzó

desbarrancó

renació

cuando no quise ser un Macho Alfa

e hicimos Varones Beta

y fue tan bello el recorrido

y tan fuerte la violencia

con la que nos contestaron

algunas personas

que yo ahí dije:

faaaa loco

faaaaaa el mundo

faaaaaaa la violencia

faaaaaaaa creerse el lugar ojetudo que nos toco tener

y guarde mis armas

en los armarios de la memoria

 

el proyecto hombre

reflotó

cuando las mujeres que me leen más de lo que yo las leo a ellas

me dijeron que deje de hablarles a ellas

que ellas están haciendo su propio camino

que hable de varón-varón

que me hable a mí

a otres varones

porque en el desierto

del macho sigiloso

corpulento

fuerte

violento

un Bardo poeta

que te ilumine

con rima

sublime y berreta

el calabozo social

las pesadillas modernas

que cocine con caldero

las medicinas

sueños

esperanzas del futuro

es un lujo

 

Es hora de tirar a la mierda el proyecto hombre


Escrito por AguArdiente

6.05.2020

Revisado por Lírico Ardiente

26.02.2025

Quiero agradecer a Jacqueline "Frutillita" Manoff por su lectura amorosa y consejos para la edición y realización de este poema.

martes, 21 de marzo de 2023

Día Internacional de la poesía

 

la realidad

se clava como estaca

el poema hace

mimos

mismos

sismos

me consuela

un toque

me dice:

¿sos boludo?

yo le explico

que no todo

es tan fácil

lineal

literal

Me acaricia el pelo

me dice: dale,

crece en amor propio

un poema por cada vez

que le hables a tu amor

sin hablarte a vos mismo

Escribo, irrefrenablemente

hasta los límites

literarios,

racionales,

textuales

sexuales

dale puemamor

emerge desde el pecho

deslízate en mi hueco

llora en mi lecho

desarmame y

amame de nuevo

 

Lírico Ardiente

lunes, 9 de enero de 2023

Jilguero Flores

Hacía más frío que el habitual, pero no importaba porque el corazón estaba caliente y bombeaba más notas que nunca. Había tres quenas, dos sikus, un ukulele y una guitarra.
¡Plaffff!, puro fluir, ir y venir de la melodía, canciones conocidas y nuevas se saludaban en introducciones y pasajes andinos, de repente cantábamos con nuestros ancestros, con nuestros hijos, con todo ser humano que alguna vez haya esbozado la posibilidad de concebir música.
Fuimos a la plaza, porque en la plaza se congregan las personas, porque en las ciudades son los epicentros donde la gente se saluda, pasea a su perros, saca su música a dar una vueltita.
Yo, fiel al registro, quería grabar esas danzas melódicas que se sucedían ante mis oídos. Como no pude y ante la fragilidad de la memoria, nació este escrito
AguArdiente 
18.06.2013

Escribir derrotado NO, escribir sobre derrotas

Escribir derrotado no es una opción, ni siquiera una salida

29.10.2013

¿Quién soy yo y quien sos vos?

¿Y que hacer con este nudito en la garganta? ¿Con esta confrontación entre razón y deseo?
De las figuras típicas nos quedan las situaciones típicas, vos me gustas, yo te gusto, ella también me gusta, él me gusta. Pero NO, no podés, más de un amor queda en la fantasía o en habitaciones oscuras a deshoras, en palabras entrecortadas y gemidos simulados en sonrisas, saludos cordiales, la conocida formalidad bestial.
Nos balanceamos y cernimos en contra de la moral que nos inculcaron y que a gritos repudiamos y defendemos. ¿Quién soy yo y quien sos vos?
AguArdiente 
30.09.2013

¿Para qué queres poder?

Contame para que queres poder, decime
¿es para tenerlo como un niño entre tus brazos? ¿para abrazarlo toda las mañanas y mostrarlo a todos, como si no importara nada mas que el poder en tus manos?
¿es para conquistar al amor de tus sueños, para ser todopoderoso aunque sea por un día (o una década, quien sabe) y lograr esas fantasías infinitamente pelotudas, infinitamente imposibles de atravesar la trama cultural?
¿es para mirarte al espejo y poder reconocerte en el poder? ¿acariciar con tu sexo cada arista luminosa y caliente, regodeandote de placer vos con vos mismo, crujiendo tu ego y gimiendo tu yo?
Decime para que lo queres, porque si lo queres para eso te podes ir bien a la mierda y revolcarte en mares de (c)aca, hasta que la razón se te vuelva mierda etérea y putrefacta, y ahi si, brindar con todos los zombies trasnochados por las horas que faltan para llegar a tener un poco más de poder

AguArdiente 13.08.2014